La síndica segunda de Cadereyta, Melissa Barbosa, está en el centro de una tormenta de acusaciones por duplicidad de funciones y desvío de recursos públicos. Investigaciones recientes sugieren que Barbosa desvió fondos del erario destinados a la escuela Benito Juárez, lo que ha generado un fuerte malestar entre los padres de familia y la comunidad en general.
Las alarmas se encendieron cuando se descubrió un presunto fraude millonario. Padres de familia de la mencionada escuela denunciaron que Barbosa contrató a la empresa del contratista Jorge Vázquez para realizar reparaciones en la institución. Sin embargo, la contratación de esta empresa ha sido calificada como sospechosa, dado que los padres ya habían obtenido dos cotizaciones previas. Las autoridades están investigando si Barbosa manipuló los números para beneficiar a la compañía de Vázquez.
Para evadir las investigaciones y la presión social, se presume que Barbosa huyó a Monterrey, Nuevo León. Además, se ha informado que contrató guardaespaldas, lo que ha incrementado las sospechas sobre su comportamiento. No ha sido vista en las juntas de Cabildo, lo que refuerza la idea de su posible fuga.
El periódico El Norte, en su columna «Entre Picos», también ha dado cobertura a este escándalo, señalando que las autoridades federales están profundizando en las investigaciones contra Barbosa. Esta situación no solo ha causado indignación en Cadereyta, sino que también ha puesto en evidencia la necesidad de mayor transparencia y rendición de cuentas en la administración pública local.